Numerosas estrellas del rock aparecen en memorables apariciones en el nuevo libro de James Blunt, que podría ser el más entretenido jamás escrito por un músico.
«Soy un one-hit wonder. Lo sé porque cuando voy por la calle, los desconocidos me gritan: ‘¡Eh, James! You’re Beautiful». Intento hacerme el displicente y decir: ‘¡Ja! Ya veo lo que has hecho…’, pero en realidad pienso: ‘Coño'».
Con estas palabras, el cantante y compositor James Blunt -quizá le conozcas por su sencillo You’re Beautiful, número uno en 2005 en el Reino Unido y Estados Unidos, o quizá por el hecho de que su álbum de cabecera, Back to Bedlam, es el álbum de debut más vendido de la historia en el Reino Unido por un artista británico- presenta su alborotado y escandaloso libro de memorias Loosely Based On A Made-Up. «Este libro está inspirado en hechos reales, pero no es una biografía», ha señalado Blunt, lo que puede quedar cada vez más claro a medida que los lectores se deleiten con anécdotas surrealistas sobre el cantante saliendo con «el 40 o el 60 por ciento» de The Pussycat Dolls, viviendo con la difunta Carrie ‘Princesa Leia’ Fisher, y er, comiendo su propia caca del inodoro del hotel del actor estadounidense Jamie Foxx, supuestamente por consejo del superviviente Bear Grylls.
Varias estrellas del rock también aparecen en el texto, en encuentros que van de lo mundano a lo profano.
En uno de los relatos, Blunt cuenta que conoció al vocalista y bajista de Kiss, Gene Simmons, en una emisora de radio de Atlanta, en compañía de la líder de Pussycat Doll, Nicole Scherzinger.
«Me miró a mí y miró a Nicole, y me dijo en directo: ‘Oye, James, quizá si tocaras canciones más atrevidas, conseguirías más tíos en tus conciertos'», recuerda Blunt.
«Un poco confuso, le respondí: ‘Gene, quizá si te maquillaras un poco menos, irían más chicas a tus conciertos’. Y con eso, nos dimos la mano y se fue».
«Nunca llegué a preguntarle por qué iba a querer más tíos en mi espectáculo, pero ha sido un tema recurrente. Por alguna razón, los hombres se han burlado a menudo de mí por tener más chicas que chicos en mi público, y eso me hace preguntarme si me metí en todo esto por la razón equivocada.»
En otro momento del libro, Blunt escribe sobre salir de fiesta con el grupo de «rock cómico» The Darkness durante la gira Back To Bedlam.
«Estaban promocionando su segundo álbum [One Way Ticket To Hell… And Back, de 2005], que, en el lenguaje de la industria, era un bombazo… El spandex seguía ahí, pero con barrigas y un aire de catástrofe. Entre bastidores, después del espectáculo, alguien habría preparado líneas de cocaína a lo largo de toda la mesa. Buffet de cocaína», decían. Sírvete tú mismo».
n cuanto a Dave Grohl, Blunt no escribe sobre haber conocido realmente al líder de Foo Fighters, aunque «recuerda» que Grohl estaba en un baño contiguo en una fiesta después de un concierto en Sydney, Australia, mientras una «rubia australiana de diecinueve años que estaba buenísima» le iniciaba en una práctica conocida como «shelving», cuyos detalles son demasiado groseros para un sitio web como éste, pero que implica un dedo lubricado.
¿Hay algo de cierto en alguna de estas historias? Sólo James Blunt lo sabe, y al parecer sus abogados le prohíben decir nada más.