¿Quién dijo que el heavy metal necesitaba calma? Si eres de los que piensan que la batería es solo un adorno rítmico, vas a flipar. Eloy Casagrande, ahora el monstruo de los tambores en Slipknot, acaba de arrasar en Liverpool con una lección de ritmo implacable. ¿El escenario? El UK Drum Show 2025. ¿El resultado? Pura demolición sónica. Si el infierno tiene banda sonora, su batería ya tiene nombre.
El ascenso brutal de Eloy Casagrande en Slipknot
El 19 de octubre de 2025, Liverpool retumbó entre platillos y bombos. Casagrande, el joven y rabioso titán brasileño, se plantó en la tarima principal del UK Drum Show con una seguridad cortante y una precisión más afilada que cuchilla de carnicero. Imposible no quedarse pegado al asiento; si pestañeabas, te perdías una explosión rítmica. Desde su llegada a Slipknot en 2024, Eloy ha sido un huracán incontrolable, una fuerza que cambia el ADN de cualquier banda. ¿La gente? Voló la cabeza, literalmente.
La escena era eléctrica: público boquiabierto, cámaras ansiosas y un solo hombre reescribiendo el manual de la batería metalera, golpe a golpe. Casagrande no vino a enseñar, vino a arrasar.
Paso firme: de Modern Drummer al podio del metal
Y para los que creían que esto era casualidad, aquí va el dato: elegido “mejor batería de metal” en 2024 por la prestigiosa Modern Drummer. A sus 34 años, el tipo ya ha hecho lo que muchos sueñan y otros tachan de locura. El groove que lleva encima haría temblar hasta a la Reina Madre.
¿Te va la emoción en vena? Echa un vistazo a la actuación entera en YouTube. Spoiler: las baquetas deben haber pedido la jubilación anticipada.
Un año frenético ensuciando las filas de Slipknot
Desde que atronó con su llegada en mayo de 2024, Eloy no entiende de marcha atrás. Ha metido Slipknot en la batidora y ha apretado el botón turbo. Todo esto, justo cuando la banda celebra 25 añazos del disco que lo cambió todo, y coquetea con una re-edición aniversario. Pero hay más: el grupo ya está cocinando nuevo material, y, según rumores, los ensayos son pura descarga eléctrica. Guitarras y baterías intercambiando ideas como si el fin del mundo llegara mañana.
Y por si fuera poco, Slipknot sigue de romería legal, luchando por hacerse con el dominio slipknot.com. ¿Quién iba a pensar que internet, siglos después de la invención del metal, les daría más batalla que cualquier festival?
El show nunca se detiene
Este año, la locura no frena: gira mundial, directos que revientan aforos y un ambiente tenso que se palpa en cada declaración. Eloy incluso ha confesado, sin tapujos, que el proceso creativo es salvaje: riffs, patrones locos, y toneladas de ideas bailando por el local de ensayo. Nada que Slipknot, con sus dos décadas y media de exceso, no sepa canalizar.
Eloy Casagrande: El metrónomo asesino de Slipknot
Sangre nueva. Energía desbordada. Percusión precisa como reloj atómico, pero con el alma sucia y violenta que necesita el metal moderno. Casagrande ha llegado para cambiar la manera en que Slipknot late. Y si la banda era una bestia, con él es ahora una máquina de demolición programada para el caos.
Mira el video, siente el vértigo, y dime: ¿no es el momento perfecto para abrir el pit (aunque sea en el salón)?
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¿Quién da más?
Eloy Casagrande y Slipknot no han venido a pedir permiso. Han prendido fuego al panorama y ahora el mundo aguanta la respiración. ¿List@ para el siguiente golpe? Solo el metal nos salvará del aburrimiento. Y si no… Que venga Casagrande a callarnos con un redoble.
