¿Qué se necesita para convertir a una leyenda en inmortal? Neil Peart de Rush no solo dejó un legado inquebrantable en la música, sino también un impacto crucial en otros grandes como Dave Grohl. Un maestro de maestros, cuya influencia resuena hasta la última baqueta en el mundo del rock.
El legado de «El Profesor» en el universo del rock
Neil Peart, el icónico baterista de Rush, dejó este mundo en enero de 2020, vencido finalmente por el cáncer cerebral. Pero su partida fue una detonación que aún reverbera en el espíritu de todos los músicos que encendió con su talento. Desde la página de Facebook de Foo Fighters, Dave Grohl rindió un homenaje sumamente personal y emotivo al hombre que, para él, fue mucho más que un simple baterista: fue “El Profesor”. Y no solo para él, sino para toda una generación de músicos aspirantes que lo descubrieron, incluyendo aquellos que se atrevieron a soñar con un par de baquetas en la mano.
Dave recuerda con claridad el primer destello que tuvo al escuchar «2112» de Rush siendo poco más que un crío. Ese instante, dice, fue el que definió su vida musical. Desde ese día, ninguna otra batería sonó igual. Peart, con su estilo inimitable, se consagró como su inspiración, y el eco de su redoble ha sido el metrónomo bajo el que Grohl ha marcado su carrera.
Cuando un ídolo te ofrece café
Reviviendo un momento mágico, Dave relató en Rolling Stone una de esas anécdotas que se graban a fuego en el alma. Durante los ensayos para la exaltación de Rush al Rock And Roll Hall Of Fame, tuvo la oportunidad de conocer a Peart. Lo que de por sí ya parecía un sueño, se convirtió en un recuerdo imperecedero cuando Neil, con una humildad desarmante, le ofreció un café. Esa simple oferta tuvo el peso de un acto ceremonial para Grohl—»Mi héroe haciéndome un café», una vivencia que lo conmocionó hasta las lágrimas.
Peart no solo era un maestro en la batería, sino un espíritu noble y brillante, un hombre que amplificaba con sus letras tanto como con sus ritmos. Taylor Hawkins, quien también formaba parte de Foo Fighters y tristemente ya no está con nosotros, lo describió de forma contundente: “Neil Peart tenía las manos de Dios. Punto.”
La resonancia interminable de Peart
Incluso en su ausencia, Neil Peart sigue siendo un titán en el mundo de la batería y el rock progresivo. Su marca queda suspendida en el aire, como un eterno golpe de redoble en la memoria del rock. Y cada músico que se aferra a sus ritmos sigue encontrando un fragmento de su esencia, reinventando esos momentos en los que la música, y la humanidad de los grandes, cambian vidas para siempre.