¿Alguna vez un intento de ser popular ha resultado en un giro peligroso? Megadeth vivió en carne propia las consecuencias de intentar cambiar su identidad por atraer más público. David Ellefson comparte su experiencia con el álbum ‘Risk’, un experimento que no salió como esperaban.
El Riesgo que No Valió la Pena
En la década de los 90, Megadeth decidió dar un giro a su sonido, buscando una fórmula más accesible y cautivar así a una audiencia más amplia. Álbunes como Countdown To Extinction, Youthanasia y Cryptic Writings fueron el preámbulo de ese cambio, pero fue con Risk en 1999 donde las cosas se salieron de control. En una conversación reciente en el podcast Talk Toomey, el ex bajista David Ellefson reflexionó sobre esta transición al mainstream y sus impactos en la banda.
“Larry Mazer, cuando se encargó de nosotros después de Risk, lo dijo claramente: ‘Zizaguearon mientras el resto del mundo iba por otro camino’”, comentó Ellefson. Con una escena musical moviéndose hacia sonidos más pesados con bandas como Disturbed, Godsmack y Korn, Megadeth se encontró desfasado en su intento de alcanzar el mainstream.
El Ejemplo de Slayer y Testament
Mientras Megadeth buscaba una nueva dirección, bandas como Slayer y Testament se mantuvieron fieles a sus raíces thrash. Este enfoque les permitió reconquistar a su público en los años 2000. Ellefson señaló que, a pesar de que tanto Megadeth como Metallica vieron un auge de popularidad inicialmente, Slayer y Testament tuvieron una ventaja al mantener su esencia.
Kerry King de Slayer lo expresó directamente una vez, “Estoy feliz de no tener ese álbum en mi discografía”. La solidez de su sonido permitió a Slayer conservar su credibilidad, una lección que todavía resuena fuerte en el mundo del metal.
Lecciones Aprendidas por Megadeth
Aunque Megadeth logró recuperarse después de la debacle crítica de Risk, el incidente subraya los peligros de sacrificar la identidad musical por intentar atraer a un público masivo. Mientras que Slayer y Testament aseguraron su legado a través de la consistencia, Megadeth enfrentó un bache que les enseñó, quizás de la manera más dura, que algunos cambios simplemente no valen la pena.
