¿Quién hubiera pensado que una pequeña tienda de discos en Vancouver guardaba un secreto que cambiaría el curso de la historia musical? Una cinta perdida de los Beatles de 1962 ha visto la luz, avivando la chispa de la memoria de la legendaria banda desde sus modestos inicios.
Un Poco de Historia en una Cinta
La trama comienza en Neptoon Records, donde Rob Frith, el entusiasta propietario, tropezó con una cinta etiquetada como «Demos de Los Beatles en los ’60». Inicialmente, Frith creyó que era solo otro intento de un fanático por capturar la magia de la banda, pero al escucharla, se dio cuenta de que tenía en sus manos algo excepcional. Una escucha afortunada y algunos intercambios en las redes sociales desvelaron la realidad: este tesoro era una copia auténtica de una de las primeras audiciones de los Fab Four.
La Audición Perdida
Retrocedamos al 1 de enero de 1962, cuando los Beatles, con Pete Best a la batería en lugar de Ringo Starr, se presentaron en los Decca Studios de Londres con la esperanza de conseguir un contrato. Sorprendentemente, fueron rechazados, un error garrafal a posteriori. Sin embargo, poco después encontraron su camino con Parlophone Records y el lanzamiento de «Please Please Me». ¡Cuánto sufrió la industria musical con una decisión tan desacertada!
Descubrimiento y Preservación
Frith no tenía equipo para reproducir tal hallazgo y decidió llevar la cinta a su amigo Larry Hennessey, un experto en preservación musical. Fue en el estudio de Hennessey donde confirmaron que esta grabación, separada por cintaguas, definitivamente no era una piratería casera. El veredicto fue claro: lo que habían recuperado era un documento histórico legítimo de calidad impresionante.
De Londres a Vancouver
¿Cómo llegó la cinta a Canadá? Jack Herschorn, antiguo propietario del museo Mushroom Records, fue quien trajo la cinta de vuelta de un viaje a Londres en los 70. Un productor pensó que sería rentable vender copias en América del Norte, pero Herschorn decidió dejarla en sus manos para proteger la integridad y los derechos de autor de la banda.
El Futuro de la Grabación
En cuanto al futuro de esta joya, Frith no tiene intención de venderla. Sin embargo, estaría dispuesto a facilitar una copia a Decca si desean lanzar estas grabaciones al mundo. Y, curiosamente, si algún día Paul McCartney da el paso y entra a Neptoon Records, Frith no dudaría en devolverle la cinta personalmente, un gesto que sin duda, sería leyenda en el universo beatlemaniaco.