¿Te imaginas a Angus Young sin dientes delanteros? Gene Simmons, el emblemático demonio de Kiss, nos revela una increíble anécdota sobre la primera vez que conoció al legendario guitarrista de AC/DC. ¡Prepárate para una historia que redefinió el rock en América!
“Angus Young no tenía dientes de delante”: Un encuentro para recordar
Corría el año 1977 y aunque AC/DC ya había lanzado algunos álbumes icónicos como High Voltage y Let There Be Rock, el quinteto australiano aún no había conquistado el codiciado mercado estadounidense. En este contexto, Gene Simmons descubrió la banda durante un show en el humilde club Troubadour en Los Ángeles, quedando tan impresionado por su energía que decidió conocerlos después del espectáculo.
Durante una cena en Ben Frank’s, un famoso restaurante de la época, Simmons observó cómo Angus Young ordenaba de manera peculiar: “Pidió hot dogs y frijoles, pero sin pan. Cuando le servían, Angus masticaba de lado porque literalmente no tenía dientes delanteros. Era una vista inolvidable”, recuerda Simmons.
Kiss le da a AC/DC su gran oportunidad
Conmovido por las circunstancias de Angus y convencido del potencial explosivo de la banda, Simmons les ofreció la oportunidad que catapultaría su carrera: “Ustedes deben venir de gira con nosotros. El resto del país necesita verlos”, les aseguró Simmons, y así comenzó uno de los tours más recordados del rock.
La gira con Kiss no solo impulsó la fama de AC/DC en América, sino que también puso a prueba a los propios Kiss, quienes tuvieron que subir su nivel para no ser eclipsados por el fuego escénico que AC/DC desataba noche tras noche.
Gene Simmons: Un ojo experto en talento
Esta historia no solo muestra la humildad de Angus en sus inicios, sino también la habilidad de Simmons para detectar futuros titanes del rock. Antes de AC/DC, Simmons ya había producido una demo para Van Halen en 1976, anticipando una de las bandas más grandes del rock antes de que alcanzaran su estatus legendario. Sin duda, Gene Simmons ha jugado un papel crucial detrás del telón, apoyando a figuras que han cambiado el curso del rock para siempre.
En definitiva, esa noche de 1977 no solo cimentó una amistad entre dos íconos del rock, sino que también marcó un antes y un después en la historia musical, demostrando que incluso las gestos más simples pueden desencadenar cambios monumentales.