¡Sorpresa metalera en Wrestlemania 41! El escenario vibró con la presencia inesperada de Kerry King, el legendario guitarrista de Slayer, quien acompañó con su guitarra la entrada al ring del luchador y amante del metal, Damian Priest. Una entrada que sin duda ha dejado una huella imborrable en la historia de la WWE.
Un espectáculo digno de un headbanger
La aparición de Kerry King en el Allegiant Stadium, a las afueras de Las Vegas, fue simplemente explosiva. No es común ver un espectáculo así en Wrestlemania, donde la entrada de Priest se aderezó con el contundente tema «Rise For The Night» a manos del mismísimo King. El icónico gesto de la ‘mano cornuta’ fue casi un reflejo automático, tanto para Priest como para los miles de metaleros presentes. Vamos, que hasta el público tuvo que pellizcarse para asegurarse de que no estaban soñando.
Adelante, pero no sin un revés
Sin embargo, ni la presencia de una leyenda del metal logró evitar que Priest mordiera el polvo ante Drew McIntyre. El enfrentamiento, lleno de adrenalina y resonantes golpes, terminó con Priest aplastado entre mesas y con una silla devolviéndolo a la realidad. Eso sí, la entrada fue monumental.
Un vínculo especial con el metal
En una entrevista previa con Metal Hammer, Priest reveló cómo el heavy metal ha sido un pilar fundamental en su vida. Asegura que la música no solo moldea el carácter, sino que también define quién eres. Para él, la esencia del metal radica en lo inusual, lo diferente, y cómo esto le da un propósito y una vibrante identidad. ¡Todo un himno para quienes entendemos la vida desde el lado más oscuro del pentagrama!
Regreso a las raíces
Kerry King no se detiene, y viene con proyectos brutales este año. La leyenda de Slayer estará presentándose en el Reino Unido junto a bandas como Amor Amarth, y hará temblar escenarios con Mastodon, Anthrax, Hatebreed y Neckbreaker. Además, ha confirmado que será parte del último concierto de Black Sabbath: un evento que promete ser simplemente épico.
En definitiva, el heavy metal no solo conquista corazones, sino que se impone en eventos tan variopintos como Wrestlemania. Y cuando se trata de fusionar lucha libre con riffs poderosos, la fórmula no falla. ¡Larga vida al metal!