¿Puede un ícono del rock seguir rockeando cuando los años empiezan a pesar? Ritchie Blackmore, el legendario guitarrista de Deep Purple y Rainbow, enfrenta esta pregunta mientras lidia con sus recientes problemas de salud. Candice Night, su esposa y compañera de banda, da una visión candente sobre la situación actual del maestro de las seis cuerdas.
El Imperio de Blackmore: Entre Guitarras y Estanqueidades
La salud del mítico artista no ha pasado por su mejor momento últimamente. Candice, su leal aliada tanto en el escenario como en la vida personal, ha revelado detalles sobre las batallas que enfrenta cercanas al umbral de los 80 años. «Es sorprendente pensar que va a cumplir 80 el 14 de abril», nos cuenta Candice, estupefacta por la energía tan pura que aún emana de Blackmore. Sin embargo, tras haber experimentado un ataque al corazón hace un año y medio y portando seis stents en su corazón, el guitarrista se ve obligado a hacer frente a la artrosis y la gota. Una lucha diaria, pero aún hay chispa en esos dedos maestros.
¿Suspendido en el Tiempo o de Pie en el Escenario?
Pero lo que más preocupa a los fans es la incapacidad de Blackmore para subirse a un avión debido a problemas de espalda. «Viajar es un tormento», comenta Candice, «y entre estar sentado y las largas jornadas de pie con la guitarra, se hace cuesta arriba». Mientras muchos compañeros de la industria optan por presentaciones en silla de ruedas, Ritchie se niega a ser recordado de esa manera. Es una disyuntiva que plantea retos, pero también incita la esperanza de que la salud mejore y pueda volver a sentir la adrenalina de los vuelos y escenarios.
Un Héroe Poeta que Toca las Estrellas
En una pausa de la conversación, surge una reveladora anécdota musical. ¿La banda favorita de este maestro del rock? Ante el silencio calculado de Blackmore, Candice ríe y lo sopla al viento: The Pogues. Sí, al parecer, estas leyendas celtas tocan una fibra sensible en el corazón de Ritchie, especialmente con su emblemático «Fairytale Of New York». Quizás la melancolía en ese tema le permite volar, aunque sea sin avión, hacia recuerdos que imitan la magia de la música en su forma más pura.
Así que, mientras la danza del tiempo continúa, los fans de Blackmore quizás deberían enviar esa «energía positiva» que menciona Candice al universo. Porque, al fin y al cabo, ¿quién no quisiera ver una vez más a Ritchie Blackmore esculpiendo riffs con la misma destreza que lo hizo leyenda? Tal vez, tal vez, el rock siga vivo en él por muchos años más, queriendo o no los años pasen.