¿Hay algún metalero en el mundo que creyera realmente que Ozzy Osbourne, el inmortal Príncipe de las Tinieblas, alguna vez tendría un final? Zakk Wylde desde luego no. Y, aunque a algunos la noticia aún les suene tan surrealista como una resaca de absenta, hoy toca desnudar ese lazo profundo que unió a estos dos colosos del heavy metal y, cómo no, repasar qué caminos quedan ahora para el guitarrista que nunca baja la guardia, ni siquiera con un pie en el infierno y otro en el estudio.
El legado de Ozzy a través de los ojos de Zakk: fuerza, caos y gloria
Zakk Wylde, la bestia barbuda que lleva desde finales de los 80 colgado a la sombra de Ozzy, ha soltado (por fin) sus primeras palabras públicas tras la muerte de su amigo y mentor. No nos engañemos: hablamos de una relación más carnal que muchas historias de sangre. La resiliencia de Ozzy era legendaria, sí, pero para Zakk era casi cosa de otro planeta. Lo suyo no era solo sobrevivir. Era remontar cada caída —evicción de Sabbath, tragedias, enfermedades desgarradoras— para después salir al escenario, micrófono en mano, risa de demonio y… dejarse todo, hasta el sudor filtrando Heavy Metal puro por cada poro.
Y ahí estaba Zakk, testigo y cómplice, viendo cómo el viejo no aflojaba ni cuando las notas ya le costaban media vida: “Nunca tiró la toalla. Lo suyo era dar el alma en cada show”, ha dejado caer el guitarrista con la voz pesada de recuerdos, medio en broma, medio bordeando la lágrima fácil.
La última noche: Gira final, mensaje eterno
Imagina la escena: Birmingham, 42.000 personas vibrando el pasado 5 de julio. Ozzy y Zakk, hombro con hombro, en directo. Quién podría saber que ese sería el adiós. Ni el propio Wylde, que mientras las guitarras quemaban decibelios en el aire, solo pensaba en la próxima cerveza y el siguiente bolo juntos. Y sin embargo… dos semanas después, el rey de la oscuridad desaparecía, dejando a su guitarrista en una especie de limbo emocional.
El último mensaje de Ozzy fue justo como era él: humano, caótico, afectuoso. Un “Zakky, perdona el lío, no pude verte… gracias, te quiero, tío”, que sonaba menos a despedida eterna y más a “nos vemos tras el último bis”. Pero esta vez, no hubo bis.
Para Zakk Wylde, Ozzy es —y será— un tipo con corazón de oro, alma generosa y una fortaleza que ni las hordas del infierno podrían doblegar. Si el metal tiene mitos, Ozzy está en el altar principal.
Black Label Society: el motor sigue rugiendo
Pero aquí no se entierra la guitarra ni se apaga el ampli. Black Label Society sigue en la brecha. Wylde, lejos de apagarse en el duelo, acaba de clavar un puñetazo musical con ese nuevo single Broken And Blind. ¿Quién esperaba menos? El martillo sigue, y además con ese humor suyo, negro y canalla, proclamando que “habla del vacío existencial de quedarse sin mantequilla de cacahuete ni chocolate”. Más Zakk, imposible: provocar la carcajada mientras el riff arranca la pintura…
El videoclip, dirigido por Justin Reich, vuelve a mostrar a BLS en ese territorio de riffs viscosos y melodías afiladas. Y no, los fans no van a tener mucho tiempo para lamerse las heridas, porque para principios de 2026 ya prometen disco nuevo y una ristra de singles a punto de salir del horno. ¿Y las giras? Paradas, de momento, porque Zakk también anda incendiando escenarios con Pantera. Pero que nadie guarde la chupa, que Black Label Society no va a desaparecer tan fácil.
Escucha el nuevo temazo de Black Label Society: Broken And Blind
Ozzy: Inmortal más allá del caos
En la cultura metal no hay espacio para las lágrimas largas, pero sí para el humo que deja el fuego. Zakk Wylde puede presumir de cargar a Ozzy en su propia mochila de leyendas, con orgullo y sin dramatismos baratos. Porque una cosa queda clara: ni las pandemias, ni los médicos ni siquiera el paso del tiempo han conseguido doblegar a estas bestias. Ozzy, allá donde esté, probab
lemente sigue haciendo ruido. Y Zakk… bueno, sigue tocando más fuerte que nunca.
¿La moraleja (si es que el metal necesita moralejas)? El show no acaba nunca. Y aunque la vida apague a sus grandes monstruos, el rugido del heavy nunca dejará que sepamos lo que es el verdadero silencio.