¡Escándalo en el aire! El exmánager de Guns N’ Roses revela una historia de locura y excesos digna del rock and roll: ¿te imaginas a Slash e Izzy Stradlin metiéndose todo su alijo de drogas antes de un vuelo a Japón? La realidad supera la ficción, y esta vez el relato viene de primera mano.
Rock y Rebeldía en el Aeropuerto
En una reciente entrevista, Alan Niven, quien alguna vez manejó la carrera de Guns N’ Roses, desveló una anécdota que deja claro que la banda vivió a su manera cada segundo. Según este mánager que vivió las mil y una con ellos, toda esta locura se desató en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, justo antes de embarcar en su primera gira por el Lejano Oriente.
Mientras esperaban la llegada de Axl Rose, Izzy Stradlin se impacientó y decidió abrir camino por su cuenta. No con música, sino con «su alijo», que, lejos de un mensaje subliminal, era exactamente eso: un alijo de drogas metido en un radiocasete. Envolverse de tal manera para esquivar las duras leyes niponas era, por decir lo menos, ingenioso. Pero no recatado.
La Intervención del Mánager
Niven, como buen protector de su banda, aconsejó a Stradlin que tirara el alijo, advirtiéndole de los modernos métodos de detección y las consecuencias prácticamente aseguradas. Pero claro, ¿acaso Stradlin iba a permitir que semejante «buen material» se fuera por el desagüe? Su respuesta, un comentario sarcástico sobre el desperdicio, revela mucho sobre la mentalidad despreocupada de esos tiempos.
La Entrada de Slash al Juego
Y aquí entra nuestro querido Slash, siempre dispuesto a no quedarse atrás. Al enterarse del improvisado baño exprés de su colega, el famoso guitarrista decidió acompañarlo en el consumo masivo que solo se imaginaría en las leyendas más salvajes del rock. Stradlin volvió titubeante, y lo que sucedió después pasó a la historia: consumieron todo lo que llevaban, ante la imposibilidad de esconderlo.
A pesar de todo, Slash logró sentarse en su asiento del vuelo 747, aunque, a duras penas, manteniendo una compostura apenas reconocible. Ambos guitarristas lograron aterrizar en Japón, completamente drogados, mientras la ausencia de Axl casi arruina el viaje. Según Niven, tuvo que lidiar no solo con un vuelo reprogamado para el cantante, sino con otra aerolínea exclusiva para él.
Un Cambio de Rumbo
El tiempo ha pasado, y aunque esos días de desenfreno invitan a una mezcla de carcajadas y asombro, es importante recordar que hoy Slash celebra la sobriedad desde 2006, habiendo dejado atrás una era de excesos. Ya sea por anécdotas como esta o por sus legendarios riffs de guitarra, lo cierto es que Guns N’ Roses sigue siendo, incuestionablemente, una de las bandas más genuinas del rock. ¡Larga vida al rock and roll!