¿Cuántas veces hemos sentido en los huesos esa magia, casi eléctrica, cuando dos gigantes del metal se entrelazan para crear historia? El rugido de War Pigs, esa oda antinuclear de Black Sabbath, volvió a retumbar a través de Judas Priest… pero esta vez con Ozzy de testigo y protagonista. El universo heavy-metal no volvió a ser el mismo tras ese encuentro. Te aseguro: aquí no queda títere con cabeza.
Ozzy Osbourne y Judas Priest: un “War Pigs” que eriza la piel
La escena: Rob Halford y los suyos deciden lanzarse a reinterpretar uno de los himnos más reconocibles del metal oscuro. ¿Sacrilegio? ¿Homenaje? Las opiniones se disparan como ráfagas de doble bombo. Pero no fue un capricho: esa versión, desbordada de respeto y puro músculo, llegó a oídos del propio príncipe de las tinieblas, Ozzy Osbourne. Y, según Halford, la reacción de Ozzy fue inapelable: radiante, feliz, casi renacido. “Jamás le vi sonreír así”, contaba el frontman de Priest, aún sobrecogido. Y fue Sharon Osbourne quien lo confirmó con un mensaje tan emotivo como real.
La magia no quedó ahí: Ozzy y Halford juntos
Con Ozzy emocionado y la bendición familiar de la siempre omnipresente Sharon, lo que nació como una versión ajena se transformó en dúo. Sí, has leído bien. Halford y Osbourne —dos pilares del heavy, dos voces que han arrebatado almas en directos demenciales— dejaron registrada una versión conjunta de War Pigs. Sin artificios, sin postureo digital: solo voz, rugido y la experiencia de los años. Halford decía sentirse “eternamente agradecido” por poder, al fin, compartir micrófono con la leyenda viva de Birmingham. Y lo mejor de todo: los beneficios van directamente a organizaciones que luchan contra el párkinson, ese monstruo invisible que también persigue a Tipton, guitarrista de Priest.
La despedida de dos colosos: homenaje a la vieja guardia
La versión inicial fue un gesto, casi un acto de rebeldía y respeto, ya que Judas Priest no pudo acudir a la última locura de Sabbath en Birmingham por un compromiso en Hannover. Así que, ¿cómo devolver el saludo? Tomando War Pigs, vistiéndolo de cuero y tachuelas, y soltándolo como declaración de amor puro hacia Black Sabbath. Halford lo definió mejor que nadie: “Hay que tocar ese tema como si quemara en las manos. Con respeto, con devoción” — y vaya si lo hicieron.
El eco imparable en redes y escenarios
La versión en dúo, lanzada en los canales oficiales de Sabbath, estalló en escuchas y visualizaciones. Si todavía no la has escuchado, prepárate: golpes de batería que parecen ráfagas en la tormenta, voces que se deslizan entre el humo del pasado y el presente. Es grande, es “colosal” como describió Halford. Dicen que Halford aún no asimila haber vivido eso con Ozzy —y que jamás volverá a ocurrir algo igual.
Judas Priest: entre la nostalgia y lo que vendrá
Mientras tanto, Priest no descansa: siguen la senda de la gira Shield Of Pain, celebrando 35 años desde el abrasivo Painkiller. ¿Hay descanso? En 2026 anuncian regreso al estudio: nueva música, otra embestida sonora justo después de Invincible Shield (2024). Pero la sombra de Ozzy, fallecido el 22 de julio, pesa —y a la vez empuja. Priest le está rindiendo honores concierto tras concierto, incluso con temas inéditos como Giants In The Sky. Y siempre lo mismo: “Ozzy querría que mantuviéramos la fiesta. Y es lo que vamos a hacer”.
Conclusión: entre dioses y mortales
Pocos gestos son tan generosos y demoledores como este cruce de caminos. Priest reinterpretando Sabbath, Halford y Ozzy —dos alaridos que cincelaron la historia— frente a frente por última vez. ¿Polémica? Siempre. Pero el metal nunca fue territorio para pusilánimes. “War Pigs” resuena, una vez más, como himno de resistencia. Como grito de batalla para un género que vive de la nostalgia… y de la furia incontrolable. ¿Te atreves a decir lo contrario?




