En el mundo del rock hay batallas más duras que subir al escenario: las luchas legales y traiciones que envuelven a leyendas como Bob Daisley. El bajista y letrista de Ozzy Osbourne se ha enfrentado a la tormenta cultural de la música, con historias dignas de un rockero nato. Pero, por mucho talento que tengan estos músicos, nunca están a salvo de juegos oscuros fuera del escenario. ¿Qué llevó a Daisley a recordar esos días como un golpe de bate de béisbol en el estómago? Vamos a desglosarlo.
Los Créditos Desaparecidos de Diary of a Madman
Bob Daisley, quien fuera una figura clave en la creación del álbum Diary of a Madman de Ozzy Osbourne, ha vuelto a reflejar sobre los escollos que encontró para recibir el crédito que merecía. Durante una charla más reciente con Talk Louder, Daisley reveló cómo Sharon Osbourne, la infame esposa-manage de Ozzy, le prometió apoyo para recuperar sus créditos en este álbum a cambio de su regreso para trabajar en Bark at the Moon. Pero, como en último solo de guitarra que se desvanece al final de un concierto, esa promesa también se desvaneció.
Desde la batería de Lee Kerslake hasta los riffs de Daisley, ambos fueron pieza fundamental en Diary of a Madman en 1981. Sin embargo, antes del lanzamiento del álbum, fueron reemplazados por Rudy Sarzo y Tommy Aldridge en los créditos. La sorpresa fue devastadora para Daisley: “Estábamos en Roundhouse Studios grabando con Uriah Heep, cuando nos mostraron una copia del álbum. Al verlo, fue como recibir un golpe de bate en el estómago”, afirmó Daisley, resumiendo con una frase lo que muchos músicos temen: ser borrado de la historia que ellos mismos ayudaron a construir.
Daisley enfatizó que aunque recibió crédito por la escritura de las canciones, su papel como coproductor fue completamente ignorado. “Rudy Sarzo y Tommy Aldridge no tocaron ni una nota en ese álbum, pero aparecieron en los créditos como si lo hubieran hecho”, añadió.
Las Promesas Que Nunca Se Cumplieron
Con semejante experiencia, uno se preguntaría por qué Daisley regresaría para trabajar en Bark at the Moon en 1983. La respuesta, según él, fue sencilla pero engañosa. Sharon Osbourne le ofreció un trato prometiéndole ayuda en su batalla legal contra Don Arden, padre de Sharon, por los derechos de sus créditos y su dinero. “Ella me dijo: ‘Si regresas para este tercer disco con Ozzy y Randy, te ayudaremos en tu juicio’. Así que acepté». No obstante, la amargura de la traición no tardó en llegar, cuando Daisley descubrió que Sharon ya había comprado los derechos de Ozzy a su padre antes de este acuerdo. “Fue un verdadero apuñalamiento por la espalda”, confiesa Daisley.
En Bark at the Moon, Ozzy apareció como el único autor de todas las canciones, salvo el tema principal. En álbumes sucesivos, como The Ultimate Sin, No Rest for the Wicked, y No More Tears, Daisley figura en los créditos de escritura, pero no sin antes haber librado una batalla para alcanzar el reconocimiento debido. Esto refleja la continua lucha de músicos legendarios por un lugar legítimo en el legado del rock.
