Yngwie Malmsteen confiesa su obsesión por el control: Soy yo quien decide cuándo se activa la máquina de humo

¿Genio o tirano? Yngwie Malmsteen, el legendario guitarrista sueco, se declara «culpable» de ser un obseso del control. En una entrevista reciente, el virtuoso revela cómo esta rigidez ha forjado tanto su impresionante carrera como los obstáculos en sus relaciones laborales. ¿Es este enfoque el secreto de su éxito o su mayor lucha?

«CULPABLE» DE SER UN MANIACO DEL CONTROL

En una charla con «La Hora Del Vértigo By Stairway To Rock» (mira la entrevista aquí), Yngwie Malmsteen, sin reparos, confiesa su obsesión por manejar cada aspecto de su música. “Si quieres llamarme maniaco del control, adelante. Me declaro culpable”, bromeó el maestro de las seis cuerdas.

Malmsteen explica que este rasgo fue sembrado en su infancia en Suecia, donde se sentía incomprendido. Desde sus inicios, ha asumido todos los roles: «Desde el primer día, siempre fui el autor, el guitarrista solista, el cantante principal… y todo lo demás». Su enfoque meticuloso abarca hasta los detalles más minúsculos, como decidir cuándo se activa la máquina de humo y qué colores iluminarán el escenario.

MAESTRÍA Y COLABORACIONES TENSIONANTES

La habilidad virtuosa de Malmsteen no solo ha sido su carta de presentación, sino que también le ha complicado la vida a quienes trabajan con él. “No pinto medio cuadro para luego pedirle a alguien más que lo complete”, agrega metafóricamente, comparando su música con una obra de arte personal e indivisible.

Esta actitud inflexible ha creado barreras en su capacidad para colaborar, resultando en tensiones pasadas con otros músicos. Es una espada de doble filo que, admitidamente, ha limitado hasta cierto punto sus alianzas creativas.

UNA TRAYECTORIA BRILLANTE Y UN ÁLBUM APLAUDIDO

El otoño pasado, Yngwie conmemoró cuatro décadas en la industria con un tour exitoso en Estados Unidos. Su más reciente álbum, «Parabellum», lanzado en julio de 2021 a través de Music Theories Recordings/Mascot Label Group, recibió elogios por su audaz fusión de virtuosismo clásico y energía metálica.

En el escenario, Malmsteen sigue deslumbrando no solo con la guitarra, sino también como vocalista principal, complementado por Nick Marino en teclados, Emilio Martinez en el bajo y Kevin Klingenschmid en la batería. Esta dinámica demuestra que, aunque su estilo de liderazgo es único, su pasión y compromiso con la música siguen siendo incuestionables.

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